Trastornos asociados a la obesidad
La “digoxina” actúa reduciendo la producción de una molécula que es la que generalmente provoca la inflamación y los investigadores han descubierto que esa molécula interviene directamente en el tejido adiposo, causando la obesidad y las alteraciones metabólicas graves asociadas al sobrepeso, como la diabetes tipo 2, la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares, además de aumentar el riesgo de padecer cáncer.
Los investigadores han observado en la publicación que en la actualidad no hay tratamientos médicos eficaces contra la obesidad, causada normalmente por una sobre-alimentación crónica y una actividad física inadecuada, por lo que este fármaco podría convertirse en una opción terapéutica.
La investigadora Ana Teijeiro, primera firmante del trabajo, ha subrayado la relevancia clínica del descubrimiento; “es tentador proponer que los pacientes con obesidad podrían tomar digoxina durante un periodo corto, hasta estabilizar la pérdida de peso, y que después sigan una dieta saludable”, ha manifestado.
El CNIO ha subrayado que de momento los resultados se han obtenido en ratones, y que por lo tanto son necesarios estudios epidemiológicos y ensayos clínicos para ser corroborado en humanos.
Además de la posible relevancia clínica, el descubrimiento tiene un valor esencial porque identifica un nexo causal entre la inflamación y el aumento de peso, lo que abre nuevas vías de investigación que pueden ser cruciales para esclarecer los mecanismos que hacen de la obesidad una enfermedad inflamatoria.