«Ahora que has perdido 40 kilos, ¿qué puedes hacer que nunca hubieras pensado que podías hacer?»
«Nunca, nunca en mi vida había pensado que iba a estar yendo al gimnasio practicamente todos los dias de la semana hora y media. […] Me siento más agil y me veo más saludable. […] Ahora me siento mejor con mi peso y con mi físico.»
«¿Cómo has conseguido mantener el peso? Porque el mito es que pierdes peso y lo recuperas.»
«El efecto rebote es una leyenda urbana. La obesidad no es una enfermedad que cuando adelgazas te curas y ya te puedes olvidar de ella. No. La alimentación saludable tiene que ser una constante. Si tú haces una dieta durante tres meses, adelgazas 20 kilos del tirón pero luego vuelves a las andadas y todos los días comes mal, con tus patatas fritas y tu pizza congelada, tu pasta, tu bollería industrial, tu azucar, tus bebidas alcohólicas y tu refresco, pues claro que lo recuperas otra vez. ¡Qué efecto rebote, si te estás atiborrando, hija mía! Cuando y has adelgazado, el mantenimiento y el cambio de hábitos lo tienes que hacer tú.»